David Pielfort: LA TRISTEZA DE LOS AGRIOS
El cantaor más solitario tiene que hacer a la fuerza terapia de grupo con los amigachos trasnochadores, porque al final el flamenco es una música de estómago -aunque se haga de garganta o con la nariz-, pese a la manía pública del respetable de mirar hacia la guitarra, que es ...